La Selección de Argentina jugará el Mundial y es una buena noticia. Corrección: una gran noticia, por lo que significa el hecho deportivo y por lo enraizado que está el fútbol en el corazón de los argentinos. El equipo albiceleste no sólo le ganó 1 a 0 a Uruguay; también se llevó puesto el pesimismo que las derrotas habían instalado en los últimos meses. Fue una clasificación legítima e indiscutible, obtenida al cabo de un clásico caliente y en una cancha tradicionalmente inexpugnable. Si el equipo jugó con inteligencia, si Verón fue la figura, si la defensa transmitió solidez... Si Argentina va a Sudáfrica, pero ¿dónde está la alegría? El escenario postpartido fue de Maradona escupiendo la bronca contenida en una retahíla de groserías, Verón diciendo que no hay nada que festejar y los jugadores subidos al carro del revanchismo. Qué lástima: debió ser una fiesta y devino en otro round de una pelea interminable.
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