Educación: La Audiencia de Valencia condena a un profesor de Primaria por vejaciones

En una ocasión, sacó a la pizarra a uno de sus alumnos de sexto de Primaria, se burló de él y le convirtió, con ello, en objeto de las mofas del resto de la clase en la que resonó una carcajada; en otra, le llamó «ceporro», «palurdo» e «inútil». El profesor, que ejerce en un centro de la provincia de Valencia, deberá pagar una multa de 300 euros. La Audiencia Provincial le ha condenado por una falta de vejaciones injustas.

La Sección Tercera no hace sino confirmar una sentencia previa de un juzgado de instrucción, que el pasado 15 de mayo entendió que el docente se había excedido con sus palabras, que había humillado al alumno. El profesor recurrió. Apeló a la Audiencia Provincial. En su defensa aportó una declaración conjunta del profesorado del centro en el que imparte clases. Sus compañeros se deshacían en elogios y reconocían la calidad personal y profesional del docente denunciado. Insuficiente, según la Audiencia, para contrarrestar el testimonio del alumno y el de otros escolares que ratificaron la versión de este último.

Dice el juez que el docente no ha conseguido generar una duda razonable en el ánimo del juzgador para que éste hubiera dictado una sentencia absolutoria; asegura que el profesor denunciado debería haber aportado el testimonio de otros escolares que contradijeran al denunciante y a los alumnos que le secundaron; y añade que el elogio conjunto que le dedican los compañeros del centro escolar «no elimina la realidad de los hechos enjuiciados».

La Audiencia da pleno crédito al alumno que sufrió las vejaciones y denunció; a sus padres y al de otros compañeros del menor, que relataron los peculiares métodos educativos del docente.

Ante el juez contaron cómo reaccionó el profesor ante un estudiante maleducado y lenguaraz que le dijo «que se fuera a la mierda». «Ya estoy en ella», le replicó el profesor. La sentencia es firme. El docente tendrá que pagar. (ABC)