El director técnico de la FAD ha expuesto que, "históricamente, se piensa que los jóvenes consumen porque no tienen conciencia del riesgo de las drogas", pero ha precisado que eso "no es más que una visión muy estereotipada que tienen los adultos y que no corresponde a la realidad".
Megías ha concretado que la mayoría de las veces el motor de los consumos es la "expectativa de los beneficios" y que, según una encuesta realizada en 2003, los jóvenes consumen sobre todo para divertirse (59,2%), por curiosidad (48,2%), por moda (46,6%) y por llevar a cabo una conducta prohibida (37,9%).
También ha asegurado que los riesgos son algo que los jóvenes desplazan al futuro, con lo cual se ejerce un efecto de "disuasión", y ha subrayado que el riesgo que más les afecta es el de "quedar excluidos", situación que "no se deriva de consumir, sino de no consumir".
Megías ha especificado que la tipología del consumidor es más transversal -se consume a más edades y sin tantas diferencias respecto al estrato social- y ha aclarado que los perfiles se refieren con mayor frecuencia a hombres o mujeres "integrados".
No obstante, ha considerado que "lo importante no es tanto cuántos consumen, sino cuántos consumen de una forma que les traerá problemas", por lo que ha opinado que no hay que "magnificar" el sentido de los porcentajes.
Por otra parte, el director técnico de la FAD ha indicado, además, que la "cultura de nuevos ricos" ha cambiado "muy rápidamente su esquema de valores", pues ahora "lo importante" en ella es "el ocio", lo que estaría en "sintonía" con los modelos actuales de consumo. (EFE)
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