España: Conflicto aéreo: Chantaje intolerable

El conflicto de los controladores aéreos ha alcanzado una cota dramática e intolerable con el cierre forzoso del espacio aéreo español, consecuencia de la huelga salvaje realizada de improviso por estos profesionales. La primera reflexión imprescindible es que esta actitud implica un inadmisible desprecio a los derechos básicos de las personas y una coacción insoportable para una sociedad que pretende regirse por el derecho.

Cientos de miles de personas han visto frustradas nos solo sus legítimas expectativas sino su derecho a la movilidad. Todo esto implica situaciones tremendamente injustas e incluso dramáticas, que no pueden justificarse en nombre de ningún conflicto laboral.

El Gobierno ha respondido con la única medida que en este momento estaba a su disposición para limitar los daños, ya de por sí cuantiosos. La militarización de un servicio público no es una medida agradable para ninguna sociedad, pero responde a una situación extraordinaria que requería medidas quirúrgicas.


Otra cuestión es el análisis de la forma en que este Gobierno viene gestionando el conflicto de los controladores desde hace años. Queda claro que no ha conseguido racionalizar este servicio, compatibilizando la funcionalidad, la eficiencia económica y las expectativas legítimas de estos profesionales. Pero hoy sólo cabe desatar ya este nudo intolerable que se aprieta sobre el normal desenvolvimiento de una sociedad ya bastante castigada por la crisis y por la desmoralización.