jueves, 3 de diciembre de 2009

Justicia y Deporte: La investigación por amaños destapa lo habitual de apuestas sospechosas en el fútbol español

La investigación sobre posibles amaños de partidos para beneficiarse de apuestas deportivas se complica. Varios medios deportivos afirman que los afectados podrían alcanzar los 300. Mientras, se elevan las voces que reclaman una legislación más dura para evitar el vacío legal en el que se han amparado los tramposos.

"Con mi dinero puedo apostar lo que quiera y al partido que quiera", explica Ceballos, futbolista del Córdoba y uno de los, hasta ahora, siete implicados conocidos por este caso. "No sólo puse dinero en el Rayo - Las Palmas (duelo que destapó las sospechas), sino que también aposté en otros siete encuentros más. Además, adivinar como quedaría el partido no era demasiado difícil. A los dos les valía el resultado. Estaba cantado", continúa.


No le falta razón. Los principales blogs y expertos sobre apuestas deportivas en Internet recomendaban pujar por el 0-0 en este encuentro bajo sospecha de amaño. Todo parecía orientado para que ambos conjuntos lograran un resultado mutuamente beneficioso.
Así que, en cierta forma, el amaño pudo haber existido desde un principio, aunque con fines menos lucrativos y sí bastante deportivos.

Ética y legalidad: debate abierto
La pregunta, por tanto, cambia: ¿fueron algunos jugadores los que aprovecharon la estratagema deportiva para lucrarse o el auténtico orígen del tongo buscaba el beneficio económico gracias a las apuestas? Los investigadores se inclinan por la primera y menos escandalosa razón, aunque no descartan la segunda.

Es aquí donde surge la figura de Piti. El futbolista del Rayo Vallecano es el único implicado en la investigación que pertenece a uno de los dos equipos implicados en el caso. Su técnico, Pepe Mel, confirmó ayer que el futbolista "apostó 150 euros en este partido, pero lo hizo como ha apostado en otras tantas ocasiones a favor de Nadal o Fernando Alonso: por pura diversión", comenta.

La rutina en las apuestas no justifica la decencia su decisión. No parece muy ético que un jugador apueste en partidos de su propio equipo, más si cabe teniendo en cuenta lo evidente del resultado. Algunas voces críticas amplian la reflexión: en realidad los deportistas profesionales deberían tener prohibida su participación o la de sus familiares en las apuestas deportivas.El vacío legal es evidente y su corrección puede convertirse en la principal consecuencia de todo este caso.

"Esto es por Rumasa"
Mientras tanto, los principales afectados reaccionan. López Vallejo, portero del Zaragoza y único jugador implicado actualmente en Primera División negó ayer cualquier culpabilidad y se mostró dispuesto a una amplia investigación.

Otros guardan silencio, como el propio Piti, al que se le han descubierto vínculos de amistad con algunos de los otros afectados aparentemente ajenos al vestuario rayista.
También ha reacciones estridentes. La presidenta del Rayo Vallecano, Maria Teresa Rivero, ha dejado el caso en manos de sus abogados al mismo tiempo que se ha quejado de que su equipo "sea portada para este tipo de asuntos y no por méritos deportivos". La mujer de Ruíz Mateos incluso ve manos negras. "Ya le pasó a mi marido con Rumasa y vuelve a suceder. Van a por nosotros", ha declarado en más de una ocasión.

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