La foto de Elaine Carmody, madre de dos hijos, posando con su pijama de dos piezas junto a su carrito del supermercado se ha publicado en varios periódicos del Reino Unido y la emisora BBC trató el caso en un programa de debate político.
Carmody, que al parecer estaba acostumbrada a ir diariamente de esa guisa al supermercado local, no entiende que un buen día se negaran a venderle un paquete de cigarrillos por ir vestida como solía. "Si te dejan ir en traje de jogging, por qué no te permiten llevar pijamas cuando vas allí a dejarles tu dinero", se queja la joven británica.
El supermercado en cuestión, de la cadena Tesco, ha colocado a la entrada un signo que dice: "Hay que llevar calzado en todo momento y no se permite ropa de noche". "No somos un club nocturno y no exigimos que la gente vaya vestida de una determinada manera, y los vaqueros y los pantalones de hacer deporte son naturalmente bienvenidos, pero pedimos que la gente no venga a comprar en bata ni en camisón", declaró a la BBC un portavoz de Tesco.
Lo que algunos llaman ya el síndrome del "pijama para todo el día" parece extenderse por este país, sobre todo entre las familias más pobres, que incluyen a muchas madres solteras.
Un director de escuela de Belfast, harto de que muchas madres se presentasen con sus hijos como si hubiesen acabado de levantarse de la cama, decidió prohibir la entrada a quienes fuesen así vestidas.
Y en Liverpool una campaña destinada a impedir que las mujeres lleven pijamas por la calle lleva ya reunidas más de diez mil firmas.
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