martes, 2 de febrero de 2010

Actualidad: Toyota contagia a Citroën y Peugeot

El fabricante japonés de automóviles Toyota llamará a revisión a más de 140.000 vehículos en España para subsanar un problema con el acelerador. Y parece que el peculiar virus de la marca nipona se ha contagiado a las francesas del Grupo PSA (Peugeot y Citroën) que también han anunciado que revisarán este mismo componente en los modelos más pequeños de su gama. 

Toyota no levanta cabeza. Si hace poco saltaba a los titulares por llamar a revisión a casi cuatro millones de coches de las marcas Toyota y Lexus en Estados Unidos debido a un problema en las alfombrillas, que podían dejar atascado el acelerador, ahora se enfrenta a una nueva crisis, también relacionada con los aceleradores de sus vehículos.

Se trata de un defecto en el acelerador que puede llegar a quedarse atascado o volver a su posición inicial de manera muy lenta. Según han manifestado los responsables de la marca, este defecto se ha detectado en EEUU y también afecta a sus modelos comercializados en Europa. Se produciría en circunstancias muy raras y en determinadas condiciones de desgaste por lo que, de momento, sólo se ha detectado en seis vehículos.

A esta alarma se han sumado también Citroën y Peugeot, que llamarán a revisión a 2.100 unidades de sus modelos Citroën C1 y Peugeot 107 comercializados en España. Se trata exactamente del mismo problema registrado en los Toyota y no es de extrañar, ya que estos modelos comparten plataforma con el Toyota Aygo en la fábrica checa de Kolin. 

¿Cómo actuar?
Aunque este defecto sólo se ha registrado en seis vehículos, nunca está de más conocer las medidas de emergencia que habría que tener en cuenta en caso de que nos encontráramos con el acelerador atascado. Pisar el freno no serviría de nada, puesto que se terminaría recalentando y el motor seguiría acelerando. Los expertos recomiendan poner el cambio de marchas (manual o automático) en posición de punto muerto para que la fuerza del motor no se transmita a las ruedas e ir dejando que el vehículo reduzca su velocidad paulatinamente y en condiciones de seguridad.

En este enlace podrás obtener explicaciones más detalladas sobre cómo actuar en estos casos. 

¿Cuándo ocurre?
Las llamadas a revisión constituyen un proceso bastante normal en la industria de automoción. Cuando una marca detecta un fallo en el proceso productivo, la primera e inmediata medida supone rectificar dicho proceso para que las unidades que salgan de las líneas de montaje funcionen a pleno rendimiento. El segundo paso son las llamadas a revisión, que permiten subsanar posibles defectos de fabricación en las unidades que ya se han vendido.

La revista alemana 'Auto, motor und sport' realizó el año pasado un ranking de estas llamadas a revisión registradas durante 2008 en el que Opel ocupó la primera plaza, seguida de Ford y Honda. Pero prácticamente ninguna marca se libra de las llamadas a revisión. Según la base de datos de esta cabecera alemana, Ferrari ha realizado cuatro llamadas a revisión en los últimos años, que han afectado a sus modelos 360, F 430 Spider, F355 y 612 Scaglietti. 

Problema de imagen
El hecho de que una marca de automóviles llame a revisión a casi seis millones de vehículos (entre EEUU y Europa) conlleva enormes costes. En primer lugar económicos, ya que todas las operaciones para subsanar el defecto en el acelerador corren por cuenta de Toyota (piezas, mano de obra, gestión de citas, etc.). En segundo lugar, una operación de estas dimensiones también supone una merma para la imagen de la compañía.

Según algunos, la llamada masiva a revisión demuestra que Toyota anepone la seguridad de sus clientes a cualquier otro criterio económico o de imagen. Mientras tanto, son muchos los rumores que circulan por Internet que afirman que los competidores de Toyota (grupo que más vehículos vende en el mundo) han intervenido para dotar de más publicidad a este fallo, con el objetivo de minar el prestigio del fabricante japonés.

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