Furman de 55 años, quien practica la meditación de acuerdo a las enseñanzas del maestro hindú Sri Chilmoy, rompió su primer récord a los 23 años saltando 27.000 veces abriendo y cerrando brazos y piernas sobre un mismo lugar. Este hombre que sostiene que 'rompe récords para buscar maneras de autocrecimiento interior y para mantenerse feliz' es reconocido por ser la persona que más Records Guinness ha roto en la historia.
"Creo que la meditación me permite ver y planear los récords con anterioridad. Esto creo que me da ventaja sobre las demás personas", indicó Furman.
Furman había roto su marca número 276 en la Isla de Pascua, Chile, donde recorrió 6,4 kilómetros saltando en un 'canguro' o resorte saltador haciendo malabares.
Entre sus hazañas cuenta con la de haberse sumergido en un acuario por más tiempo haciendo piruetas con pesadas bolas y con un tiburón blanco como su principal espectador.
"Creo que la meditación me permite ver y planear los récords con anterioridad. Esto creo que me da ventaja sobre las demás personas", indicó Furman.
Furman había roto su marca número 276 en la Isla de Pascua, Chile, donde recorrió 6,4 kilómetros saltando en un 'canguro' o resorte saltador haciendo malabares.
Entre sus hazañas cuenta con la de haberse sumergido en un acuario por más tiempo haciendo piruetas con pesadas bolas y con un tiburón blanco como su principal espectador.
Este trotamundos, que tiene una tienda naturista en Nueva York, ha estado en la Muralla China saltando sentado sobre una bola de caucho y en el Kremlin (Rusia) intentó jugar con un aro en su cintura, pero la policía local se lo impidió.
Una de sus más curiosas marcas es la de correr, en el menor tiempo posible la mayor distancia, balanceando una botella de leche sobre su cabeza. Como otras personas han roto su registro, él ha tenido que hacerlo seis veces y actualmente Furman tiene esa marca con 128 kilómetros.
Una de sus más curiosas marcas es la de correr, en el menor tiempo posible la mayor distancia, balanceando una botella de leche sobre su cabeza. Como otras personas han roto su registro, él ha tenido que hacerlo seis veces y actualmente Furman tiene esa marca con 128 kilómetros.
Furman, a quien al principio sus padres creían un poco loco, asegura que romper récords es una forma de autotrascendencia: 'cada récord que rompo me lleva a un nivel superior en mi crecimiento interior'.
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