Un buque que prestó servicios en la Segunda Guerra Mundial se ha convertido en un museo flotante en la costa de San Pedro, una ciudad de la provincia de Buenos Aires(Argentina).
Se trata de un remolcador de alta mar botado por Estados Unidos en 1944 que, a finales de la guerra, actuó en el Mar de China y en la Bahía de Okinawa (Japón). En 1961, el buque fue comprado por la Armada argentina y se mantuvo activo hasta septiembre de 2009.
El ARA General Irigoyen tiene capacidad para 65 tripulantes. Muchos de sus camarotes fueron reciclados por la Dirección de Cultura de la Municipalidad de San Pedro, siendo reconvertidos en espacios temáticos.
De esta forma, el museo presenta secciones dedicadas a la Batalla de Obligado, la Guerra de Malvinas y las campañas antárticas, por ejemplo. La embarcación también cuenta con una sala para exhibiciones audiovisuales, mientras que la cubierta de popa será utilizada como escenario de espectáculos al aire libre durante la temporada de verano.
La Municipalidad de San Pedro también prevé aprovechar la sala de máquinas y el taller del barco para formar a jóvenes como electricistas y mecánicos, abriéndoles las puertas de su futuro laboral.
El ARA General Irigoyen es el tercer museo flotante de la Armada argentina, después de la Fragata Libertad y de la Corbeta Uruguay. Sin embargo, tiene la particularidad de ser el único de estos museos que fue traspasado a manos de un municipio.
Gracias a esta decisión, los visitantes que elijan pasear por San Pedro tienen una nueva opción junto al río.
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