Prevención: El acoso escolar, las drogas, el mal uso de las nuevas tecnologías y las bandas violentas son el objetivo de la Policía Nacional en escuelas e institutos de Almería

El 'bullying' o acoso escolar no está de moda en las aulas de los centros almerienses. Se trata de una señal positiva tanto desde el punto de vista de la educación, como de la seguridad ciudadana. En los colegios e institutos de la provincia existen casos de acoso pero «son muy puntuales». Sin embargo, para evitar éste y otro tipo de riesgos relacionados con menores, el grupo de Participación Ciudadana del Cuerpo Nacional de Policía realiza charlas informativas.

Uno de los problemas que forman parte de la vida diaria de los escolares es el 'bullying', que se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u otros. 

Para atajar este problema, los centros escolares tienen una herramienta que es el 'Plan director de convivencia y mejora de la seguridad escolar'. «Este programa nace ante la necesidad de eliminar los brotes de violencia en los centros escolares», explica José Rojas, delegado de Participación Ciudadana y Programas de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Comisaría provincial, que lleva más de dos años al frente de esta iniciativa, que ya ha llegado a más de cuarenta colegios y varios centenares de chavales de entre 14 y 15 años han escuchado sus consejos.

Las charlas que desarrollan en los colegios e institutos se desglosan en cuatro temas que preocupan a la comunidad educativa que son el acoso escolar, el consumo y tráfico de estupefacientes, la actividad de grupos o bandas violentas de carácter juvenil y los riesgos asociados a internet y a las nuevas tecnologías. «Desde los colegios nos dicen que con las charlas y una presencia puntual de la Policía se está consiguiendo disuadir los actos violentos así como el tráfico de drogas», apunta Rojas. 

Y es que la Policía Nacional, además de su cometido habitual en zona escolar, realiza vigilancia donde hay una mayor incidencia de brotes conflictivos y el 'menudeo' de drogas. «Normalmente el director del colegio o instituto se pone en contacto conmigo y me trasladan los problemas que tienen y a partir de ahí empezamos a trabajar», manifiesta el delegado de Participación Ciudadana y Programas. (ideal)